jueves, 1 de marzo de 2012

Nihil novus est super Sole

Lo anterior significa "No hay nada nuevo sobre el Sol". Sin embargo, la cita del título de la entrada no es ésa, no; es Nihil novus est sub Sole, o lo que es lo mismo, "No hay nada nuevo bajo el Sol", que ya decían los antiguos, cansados ya entonces de buscar cosas nuevas.

Esta búsqueda, típica de la clase de los que no encontraban nada satisfactorio, creó, a finales del S. XIX y principios del XX una tipología particular de personas y una patología propia a la que se dio el nombre de neurastenia o agotamiento nervioso. Lo que antes se denominaba "melancolía", que venía de los tiempos de las clasificaciones tipológicas de los humanos en coléricos, flemáticos, sanguíneos y biliosos, incluía en este humor de la bilis negra a aquellos con una tristeza adquirida a base de haberse cansado de admirar lo cotidiano o siquiera el valor propio del pequeño detalle en las cosas.

En el arte de la época previa se observa, en la paisajística del aufklarung, un esbozo de esta tendencia a lo intimista, a una serenidad triste, a lo melancólico. Mucho antes, Albrecht Durer, en 1514 lleva a cabo el grabado de una plancha enigmática a la que da el nombre, inscrito en la propia obra, de "Melen ColiaS I", y a la que todos los catálogos se empeñan obstinadamente en etiquetar como "La Melancolía". No; si acaso, su título, dado por el propio autor, es el de "Melen Colias", Tierra Negra.

Alberto Durero (1471-1520). "Melen ColiaS I"


Un cuadro extraño, en el que aparecen una serie de extraños símbolos: Una estrella flamígera en el horizonte, una esfera, varios clavos de hierro, uno de los sólidos platónicos, una escala de 7 peldaños, uno de los llamados "cuadrados mágicos" de valor 34, una campana, una balanza, algo que podría ser un carnero y un peculiar personaje alado que parece meditar mientras escribe, acompañado de la figura de un niño en un estrato superior. ¿Es esto acaso "Melancolía"? ¿Es esa tristeza interior del alma, causada por la bilis negra de Galeno, lo que refleja esta soberbia obra de Durero? Nosotros creemos que no...

Empero, nosotros hablamos de estrellas y aunque hemos empezado con ellas, la que nos queda es la fugans stella del cuadro anterior de Durero. Es la terrible tentación del salto del conocimiento cruzado, que todo científico que se precie de cuidarse debería evitar ¿O no debería? Perferimos quedarnos con la incógnita. Hoy queremos hablar de lo que tenemos más cercano como paradigma de lo que tenemos más lejano y de la manera en la que la ciencia de la astronomía obtiene su conocimiento.

Las ciencias aumentan su corpus en base al trabajo de sus miembros, los científicos, los cuales realizan sus averiguaciones en base al método del mismo nombre: El Método Científico. 

Es sabido que éste se basa en el proceso de razonamiento que establece una o varias hipótesis -que pueden ser o no ser sujetas a su falsación, como diría Karl Popper en su Logik der Forschung- (Popper, 1934).

Karl Popper. Todo el mundo se empeña siempre en sacarlo en blanco y negro. Por eso yo no.
 
Estas hipótesis son puestas a prueba en base a experimentos los cuales, las demuestran o las refutan, generando además una serie de datos (los resultados). Tanto las condiciones de realización de los experimentos, como los puntos de partida en los que se basan, así como la metodología utilizada en todo caso, las investigaciones bibliográficas y las referencias utilizadas, y los procedimientos de evaluación de la exactitud de los datos de entrada y de salida, conjuntamente con unas conclusiones impecables, son publicadas y puestas a disposición de la comunidad científica.

Todo ello puede adoptar la forma de una Tesis, de un "paper", de una comunicación, de una ponencia o de un libro o artículo impreso (en una revista correspondiente de la disciplina correspondiente, como por ejemplo, Nature, Scientific American o el proverbial Astrophysical Journal (ApJ).

A continuación, los colegas del gremio leen (sí, los leen) o estudian los trabajos correspondientes publicados, los analizan escrupulosamente y si les es posible, realizan los mismos experimentos en las mismas condiciones indicadas y en cualquier caso, reflejando escrupulosamente los procedimientos y los resultados. Luego, efectuan su "revision" de la obra original e incluso (sobre todo, en los casos más adversos), llegan a publicar un trabajo nuevo, consolidando o refutando los resultados de las hipótesis previas.

Así, si las revisiones posteriores van coincidendo entre sí y con el original, la hipótesis de partida va ganando validez y con ello se hace ley de lo que era hasta el momento y durante mucho tiempo, una simple hipótesis de trabajo.

Así progresa la ciencia. Pero pongamos un ejemplo conocido:

Ecuación del espacio (s) en el Movimiento Rectilíneo Uniformemente Acelerado.
En la ecuación (1), tortura inicial de los estudiantes que se inician en la cinemática Newtoniana, s representa al espacio, la incógnita a resolver; v_0 representa la velocidad inicial a la que se desplaza el móvil. Además, a representa la aceleración a la que se ve sometido el móvil y t es el tiempo. Aplicando la fórmula, se determina el espacio que ha recorrido un móvil con una velocidad inicial v_0, en un tiempo t, sometido a una aceleración a. Cuando el calculo se realiza sobre el papel, parece cosa de magia y casi se lamenta uno de que no haya más espacios que calcular. Por cierto, no hemos incluído en la ecuación (1) al término s_0, el espacio inicial. Peede incluirse, pero para este caso no es necesario.

Sin embargo, el determinar que la fórmula es válida no es algo tan simple. De hecho, además, ésta es una de las fórmulas cuya validez es demostrada por miles y miles de personas todos los años. Esto es, por los estudiantes de Física.

Existen varias formas de realizar las experiencias necesarias para comprobar los resultados; bien sea con bolas que ruedan por planos inclinados (¡pero hay que descontar ρ, el rozamiento!) o por pesos que caen tirando de cintas de papel sobre las que un pincel entintado en rotación axial traza rayas o también... Bástete saber, lector, que se hacen. Yo mismo tuve que hacer éste y otros experimentos newtonianos cuando daba mis primeros pasos en estas disciplinas. Tú probablemente, si estudiaste ciencias, también los habrás hecho.

Este sistema genera datos. Datos tabulables, ordenables y mensurables, los cuales pueden ser verificados por otros experimentadores y al aplicarlos a la fórmula ver si se ajustan bastante bien o si no se ajustan en absoluto. Así, en otras escalas y con procedimientos diferentes, se hace en todos los campos de la ciencia.

De todas las ciencias empíricas, claro... Porque en la astronomía existen ciertos imponderables difíciles de manejar. Por ejemplo, éste: "El espesor de la cromosfera solar oscila entre los 2200 y los 5500 kilómetros." Pero, ¿cómo determinamos esto, si el Sol está aproximadamente a 149 millones y medio de kilómetros y no nos es factible aproximarnos sin achicarrarnos antes? Y aún si lo fuera, ¿cómo determinamos el espesor de la cromosfera?

En el caso de los astros más remotos que el Sol, la cosa no mejora mucho más: ¿Cómo, cómo sabemos que una estrella Binaria de Alta Masa de Rayos X (HMBX) presenta interferencias causadas por el hierro (y no por otra cosa) en su espectro en rayos X? ¿Cómo podemos determinar la distancia a una galaxia? ¿Cómo podemos determinar el tamaño del universo? ¿Cómo podemos determinar... ? ¿Cómo?

Sistema de estrellas binarias de alta masa emisoras de Rayos X. Se puede observar el disco de acreción correspondiente generador de las emisiones.
Ciertamente, la astronomía no es una ciencia empírica. Y sin embargo, experimentos se hacen. Y muchos.

En una de nuestras próximas entradas, veremos como se hacen éstas y otras muchas cosas: De forma muy ingeniosa y perfectamente válida. Pero se hacen.

Rafa P.

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