sábado, 17 de marzo de 2012

Seguir la corriente.

Dentro de los avances que propiciaron el avance de la astronomía, uno de los más notables fue la aplicación de la electricidad. Pero en los principios de su desarrollo, había un enorme temor a la corriente alterna, temor auspiciado por Thomas A. Edison (¡sí, el de la bombilla incandescente!), que fomentaba y apoyaba el uso de la corriente continua en perjuicio de Nikola Tesla, que apoyaba el uso de la corriente alterna por ser ésta última, entre otras cosas, una corriente que era posible transformar.

Hasta tal punto llegó la campaña forzada por Edison y sus compañías afines, que en los lugares públicos en los que se instalaban los sistemas de corriente alterna de Tesla, se podía ver este cartel, que nos hemos permitido traducir aquí:

Cartel de Tesla anunciando que en la habitación había corriente alterna. La guerra de las corrientes. Nos preguntamos como hubieran sido las cosas si a Tesla se le hubiera permitido prosperar.

Hoy también queremos comentar un libro: Yo y la energía, del propio Nikola Tesla, en un ensayo introducido y comentado por Miguel A. Delgado (Editorial Turner). Y no, no nos dan comisión.
 El libro es francamente interesante y nos deja entrever, no sólo las ideas tan inusuales del propio Tesla, sino como eran --y son -y serán-- los entresijos empresariales de principios del S. XX. Nos permite ver cómo se confabularon todos para hundir a la empresa de Tesla, pues amenazaba a un establishment comercial ya existente. Pero la corriente continua, como sabemos, fracasó para el gran uso industrial y doméstico, quedando confinada al interior de los pequeños aparatos eléctricos; y ello, no siempre.

A veces, uno echa de menos a hombres como Tesla. Echa de menos --románticamente, se dirá-- la época en la que había sabios y no simplemente eruditos.

Termino con una frase que siempre hice mía: "Sabiduría no es conocimiento; sabiduría es comprensión."

R.

2 comentarios:

  1. Hola Rafael, Con tu permiso...Nicola Tesla, un hombre muy inteligente. Edison su enemigo, le hizo una publicidad muy negativa a la corriente alterna, llegaron a electrocutar animales públicamente para que se tomase miedo a usarla, miedo que duró hasta hace pocos años. Decía haber inventado una especie de wifi para transportar la electricidad. Saludos.

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  2. De hecho, Edison fue un firme defensor de la pena de muerte por electrocución (la Silla Eléctrica), utilizando por supuesto... la corriente alterna de Tesla. La corriente continua, no es que no mate: mata también, ojo. De hecho, el metal Sodio se obtiene por electrolisis de la sal común fundida con electrodos de grafito de corriente continua por los que pasa una corriente de tan sólo 5 Voltios, pero de 1000 Amperios y más. La reacción alcanza temperaturas de 650º, y ésto con 5 V... No; lo de Edison y los demás implicados era simplemente el neutralizar el uso por parte de Tesla (y no por ellos, claro) de una corriente que les segaba, literalmente, la hierba debajo de sus pies. Su objetivo no era eliminar su aprovechamiento, pues todos conocían sus ventajas; antes bien, porque Tesla poseía las patentes de las cosas y eliminando a Tesla de la ecuación, las patentes caían por sí solas... en sus manos. Recomiento mucho el libro citado antes. Es absolutamente genial.

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